domingo, 29 de diciembre de 2013

Las Ciencias de la Comunicación Frente a los Nuevos Paradigmas Científicos


Por Ozziel Nájera

Las Ciencias de la Comunicación han experimentado en los últimos años un estrechamiento dentro de su estudio y práctica en el sentido en que fijan sus observaciones orientándolas hacia los medios masivos de comunicación (media), comunicación organizacional y la muy de moda sociedad de la información que actualmente con su brillo atrae en su mayor parte a los estudiosos de la comunicación. El estudio de la comunicación se ha centrado en diversas vertientes conductuales, estructurales y culturales sin ofrecernos una visión verdaderamente integral, pues a final de cuentas, como toda ciencia, se especializa cada vez más y más de modo que podemos decir que un científico, al estudiar un fenómeno que al paso del tiempo adquiere cada vez mayor complejidad, puede llevar una investigación eliminando muchos elementos del contexto que rodea a su objeto de estudio, sin ponerse nunca en contacto con el ambiente más amplio de su materia. Algunos científicos aseguran que esto es inevitable, porque a medida que crecen los conocimientos, el saberlo todo en profundidad y detalle se hace imposible, de modo que los investigadores se conforman con trabajar en áreas específicas.
Este acercamiento fragmentario a la naturaleza y realidad de toda ciencia no puede nunca solucionar los problemas más profundos que enfrenta nuestro mundo. La mayoría de los conflictos dependen de órdenes tan amplios que en última instancia se extienden a la totalidad de la naturaleza, la sociedad y a cada individuo. Por ello es necesario dentro del conocimiento de la comunicación ampliar el campo de estudio e investigación, pues debido a ello muchas veces llegamos a resultados equivocados o a enfocarnos simplemente a que las Ciencias de la Comunicación comprenden la publicidad, la Internet, la radio, o la televisión. Es preocupante que no existe una verdadera perspectiva que se encargue de integrar las distintas vertientes comunicacionales donde se tome en cuenta desde el desarrollo comunicacional del individuo hasta los media.
Asimismo la ciencia, al igual que todo lo demás, se encuentra sumergida en un proceso constante de evolución y cambio. Dentro de este proceso los avances que se registran en un área determinada pueden tener importantes implicaciones para el establecimiento de teorías y conceptos en otros campos. De esta manera, el entorno general de la ciencia experimenta constantemente cambios que son a veces tan agudos como sutiles. Como resultado de estas complejas innovaciones tenemos que la infraestructura subyacente de conceptos e ideas puede poco a poco perder vigencia, se hace inapropiada y finalmente irrelevante. Pero, al igual que en todas las disciplinas, los científicos están acostumbrados a utilizar sus habilidades, herramientas y conocimientos de manera subliminal e inconsciente con una marcada tendencia a aferrarse a ellos e intentar seguir trabajando e investigando con viejas técnicas en el marco de un nuevo contexto teniendo como consecuencia la confusión y una más grave segmentación.
Sumemos a ello las otras ramas de las ciencias las cuales presentan avances significativos dentro de su campo, más complejos y a mayor velocidad. Ante este acelerado crecimiento no existe ninguna respuesta que adapte las nuevas nociones que aparecen, por lo que nuestra percepción se convierte en una visión solamente especializada en un tema que no toma en cuenta los desarrollos científicos en otras áreas. Esto va acompañado a menudo de la suposición de que las ideas y conceptos de un campo no tienen realmente importancia en otro, lo cual nos delimita aún más nuestra visión fragmentada y errónea, pues tampoco poseemos las herramientas necesarias, o por lo menos básicas, para aproximarnos a las otras ciencias, desde luego, sin abandonar el enfoque de la disciplina en la que estemos sumergidos.
Ciertamente, no sólo es menester, sino deseable cierto grado de especialización, el problema viene cuando se admite que, en los niveles más profundos, estas materias no guardan relación alguna y que el mundo consiste en partes separadas que siempre pueden establecerse como objeto de estudio disyuntivamente. Todas las nociones científicas se asientan en una base de ideas que se extiende por encima de todas las ciencias sin límite. Prevalecen conexiones de largo alcance entre métodos, enfoques e ideas de las diversas especialidades, enlaces de enorme importancia que no pueden ser tratadas como especialidades separadas y ramas inconexas dentro de un mismo cuerpo y es precisamente ahí, donde se establecen límites y barreras entre las disciplinas y especialidades donde la comunicación se desmorona, el lenguaje científico de cada ciencia dispone a percibir la naturaleza por determinadas vías y se bloquea una libre comunicación entre diversas áreas3. Para ello es imperioso que estos límites se vuelvan estructuras dinámicas y los científicos sean conscientes del contexto más amplio de cada experimento y concepto para que no exista una necesidad de fragmentación.
Es preciso establecer una capacidad de apertura en toda ciencia tomando en cuenta que cada persona sea capaz de mantener diversos puntos de vista, a manera de suposición activa, y a su vez tratar las ideas de los demás con el cuidado y atención que le prestamos a las propias. Para esto no es necesario exigir a cada participante que acepte o rechace determinados puntos de vista, sino que más bien se trate de llevar a cabo un esfuerzo donde se intente comprender lo que significan las ideas del otro. De esta manera, la mente podría sostener distintos enfoques, casi con la misma energía e interés. Se entabla así con un libre diálogo interno que puede dar paso a un diálogo externo mucho más relajado y abierto. Esto requiere el no casarnos con las ideas, no estar atados y sometidos a una única percepción y visión determinada del mundo. El inicio de una apertura comunicacional más libre y creativa en todas las áreas de la ciencia significaría un enorme avance para el enfoque científico trayendo beneficiosas consecuencias para la humanidad.
Ahora bien, dentro de las Ciencias de la Comunicación, la misma especialización antes comentada la ha llevado a dejar muchos aspectos de lado trabajando con tradiciones y antiguos paradigmas que resultaron durante una campaña presidencial norteamericana en los años cuarenta. Nos sorprendemos con rancias renovaciones de teorías sobre opinión pública o sobre la construcción de agendas temáticas por parte de los medios. La juventud se deslumbra ante el boom de los media al escuchar cuentos de ciencia ficción sobre el imperio de las nuevas tecnologías por lo que muchas veces nos lleva a pensar que en comunicación, hace mucho, muchísimo tiempo que hay nada nuevo.
El postmodernismo radical tampoco nos ha llevado muy lejos, pues se ha encargado de desmoronar todo pensamiento y en particular los estudios culturales, sumergido en un puro intelectualismo que disfruta la deconstrucción de todo aquello que se le atraviesa, dejándonos como única visión un relativismo pluralista bajo el cual la única perspectiva aceptable es la de que la verdad está determinada culturalmente (excepto la suya propia, la cual puede ser aplicable a toda cultura), y donde no existen verdades trascendentales ni universales (excepto las suyas, claro está, que van más allá de todo concepto). Por ello es urgente establecer nuevas bases integralistas con base en una escuela constructivista que funcione para interrelacionar los múltiples contextos humanos como la ciencia, el arte, la religión, la filosofía, así como las grandes tradiciones del planeta entero evidenciando así que el mundo no se halla realmente dividido4.
El avance y desarrollo en las demás ciencias no puede dejar de lado a la Comunicación, para ello es necesario establecer nuevos enfoques comunicacionales que se adapten a los nuevos paradigmas científicos y que entren en juego con las demás ramas de la ciencia, descubriendo vínculos ignorados y abrazando todo este vacío que nos han dejado las especializaciones del paradigma newtoniano. El fenómeno comunicacional no ha estado separado a esta concepción mecanicista de la existencia humana. Nos hemos llenando de modelos que en un instante se convirtieron en paradigmas incondicionales de las relaciones mediáticas e interpersonales, es decir, entre receptores y medios masivos y entre individuos en sí. La comunicación entonces ha sido vista como un proceso lineal y voluntario de causa y efecto, en el cual ineludiblemente la causa es preeminente sobre el efecto, porque este último sólo era lo producido por la causa. Otra característica fundamental de la comunicación determinista fue que el fenómeno en sí era reducido a un modelo tan lineal como por ejemplo el de Claude Shannon, en el cual se concibe la comunicación entre dos individuos como transmisión de un mensaje sucesivamente codificado y después descodificado. Esto reanima una tradición filosófica en la que el hombre se concibe como un espíritu enjaulado en un cuerpo que emite pensamientos en forma de palabras; estas salen por un conducto apropiado y son recogidas por embudos ad hoc, que las envían al espíritu del interlocutor, quien las analiza e interpreta su sentido. Dentro de este esquema la comunicación se presenta como un acto verbal entre dos individuos consciente y voluntario.
Si el estudio de la comunicación retoma esta antigua posición filosófica, no podrá escapar jamás de las dificultades lógicas que presenta. Los seres humanos percibimos, nos movemos, emitimos sonidos, nos alimentamos, nos reunimos en grupos, creamos amistades, sociedades, religiones y diversos tipos de vínculos, nos peleamos, nos emparentamos, etc. Podemos de esta forma situar miles de conductas observables en categorías, clases y géneros diversos. Retomar los conjuntos significativos dentro de una cultura para estudiar su comunicación nos encamina al postulado de una presencia de códigos de comportamiento personal e interpersonal que regularían la asimilación de un contexto y por lo mismo su significación. Todos subsistiríamos inevitablemente (aunque de manera inconsciente) en y por los códigos ya que todo comportamiento supone su uso. La utilización de estos códigos, que escapan al modelo voluntario y consciente de comunicación, pasa a formar parte de un nuevo paradigma de comunicación dentro del cual es imposible dejar de comunicarse.
Toda la información que recibimos nos llega por estos diversos canales y se elabora de manera igual de compleja. Ahora bien, esto cumpliría con cierta linealidad que exigen las mentes más ortodoxas, pero si logramos ver el verdadero alcance de nuestra comunicación podríamos elaborar no solamente una línea en donde se transmiten y reciben mensajes, sino toda una elaborada red de vínculos comunicacionales funcionando a manera de una bootstrap5 o un holograma6 en donde nos es imposible no comunicarnos y nuestras relaciones están en un constante movimiento a manera de estructuras dinámicas.
Un desarrollo social estable requiere de diversos modos de comportamiento: palabras, gestos, posiciones de cuerpo, miradas, empleo de espacios físicos, etc., estableciendo la comunicación como un todo integrado. "La comunicación es la matriz en la que encajan todas las actividades humanas"7. En este sentido es necesario concebir la investigación de la comunicación en términos de niveles de complejidad, de contextos múltiples y sistemas circulares, asemejando el funcionamiento de la cibernética.
El modelo de comunicación orquestal desarrollado por la escuela de Palo Alto es una de las propuestas comunicacionales que más se adaptan a los nuevos paradigmas científicos, pues su funcionamiento se asemeja al de una red de vínculos donde cada uno de nosotros forma parte imprescindible de toda relación social. En este modelo la comunicación se concibe como un sistema de canales múltiples en el que el autor social participa en todo momento, lo desee o no: su mirada, su actitud, comportamiento y hasta el mismo silencio. Como miembro de una cultura forma parte de la comunicación, así como el músico forma parte de la orquesta. Pero dentro de esta extensa orquesta no existe un director ni una partitura (código escrito) cada uno toca poniéndose de acuerdo con el otro. El deber del comunicólogo es elaborar esta partitura escrita que resulta sin duda altamente compleja.
La comunicación así comprendida trabaja como un sistema (un proceso) en el que los interlocutores participan. Decir que el individuo A comunica una multitud de mensajes verbales y no verbales al individuo B es utilizar de nuevo el modelo de Shannon en el que la comunicación se considera como una sucesión de acciones y reacciones:
Un individuo no se comunica, sino que toma parte en una comunicación en la que se convierte en un elemento. Puede moverse, producir ruido..., pero no se comunica. En otros términos no es el autor de la comunicación sino que participa en ella. La comunicación en tanto que sistema no debe pues concebirse según el modelo elemental de la acción y la reacción, por muy complejo que sea su enunciado. En tanto que sistema hay que comprenderla a nivel de intercambio.
Siendo así, el análisis no se centra en el contenido del intercambio, sino en el sistema que ha hecho viable el intercambio. Este sistema es la comunicación que recibe preferencia sobre el sujeto que se inserta en ella. Todo comportamiento individual se convierte desde este punto de vista, en comportamiento social (cultural) esto quiere decir que la cultura no puede concebirse solamente como una entidad que va más allá del individuo. Lo social, tiene que pasar forzosamente por lo individual.
Es cierto que el lenguaje juega un papel de suma importancia dentro de la comunicación interpersonal, pero hay que reconocer que los trabajos en los otros modos o niveles de comunicación están todavía muy poco desarrollados, tales como los movimientos o el uso de un lenguaje simbólico. Es precisamente esta comunicación de la que no nos damos cuenta y tampoco le ponemos atención la que también determina nuestra personalidad, comportamiento y creencias , pues puede transmitirse social, cultural y particularmente a través de nuestros padres. Normalmente cuando nos referimos a un sistema de códigos, pensamos inmediatamente en un sistema lingüístico en el que cada signo corresponde a algo material, pero a la vez existen ciertos términos irrepresentables objetivamente (como el uso de la palabra eternidad o alma), para ello existe otro tipo de orden con el cual trabaja nuestro inconsciente a través de una gramática simbólica de gran complejidad. Todos nuestros actos tienen una dimensión simbólica en la que la mayor parte de lo que expresamos siempre va incluida una parte más de la que queremos explicar con un carácter simbólico la cual no puede ser captada intelectualmente. Muchas veces para adquirir las proporciones sobre las que trabaja este lenguaje es necesario el acercamiento a los mitos que rodean nuestra sociedad, pero para hablar de ello requiere extendernos un poco más.

Tal parece que el las diversas vertientes de la comunicación no se quedan solamente en un estudio de publicidad, mercadotecnia o sobre medios. Luis Racionero nos hace un señalamiento al respecto al proponer al ser humano como una entidad dotada de numerosos canales de percepción y nos deja en claro el limitado uso de estos: "El cuerpo y la mente humanas forman un todo dotado de diversos canales de comunicación con el mundo; cada uno de esos canales es una forma de conocimiento. No es sensato renunciar a ninguno de ellos porque, al hacerlo, se amputan y disminuyen las capacidades de conocimiento humano. Lo más eficaz es usar todos los canales de conocimiento alternativamente, juzgando, en cada caso, qué canal será más útil a las vivencias que se persiguen". Es obligación de todo científico ir más allá de sus horizontes, ampliar su percepción e información en los diversos campos de estudio, tanto de las ciencias duras como de las humanas. Es labor de los comunicólogos renovar conceptos, formas, elaborar nuevas teorías y enlazar todo aquello que pueda ofrecer una nueva perspectiva, un cambio que se acomode a los nuevos paradigmas científicos y generé en un futuro una ciencia donde quepamos todos.

domingo, 22 de diciembre de 2013

¿Por Qué Los Medios De Comunicación Deben Preservar La Identidad Nacional?

¿Por qué los medios de comunicación deben preservar la identidad nacional?
Los medios de comunicación juegan un papel de suma importancia dentro de la preservación de la identidad nacional dentro de la sociedad, ya que es basada en todo lo que tiene que ver con la forma en cómo los individuos interactúan y cómo influyen los unos sobre los otros, porque conlleva a que la comunicación es el portador básico del proceso social.
Es por ello que los medios de comunicación y su consecuente penetración ideológica, han contribuido a fortalecer nuestras costumbres y los principios de moral pública y privada, al tiempo que han presentado el proceso educativo como factor decisivo para la cristalización de una sociedad verdaderamente nacional. La televisión, el cine y la radio deben fortalecer en forma progresiva el amor por la familia, la comunidad, la patria y por aquellos valores que nos identifican.
Los medios de comunicación social difunden las costumbres y tradiciones que se manifiestan en la vistosidad, diversidad y contrastes de su música, danzas y bailes y en la variedad y tradición de su cocina que conjuga los más diversos platos y bebidas de la gastronomía de sus diferentes regiones.
En Venezuela existen numerosas fiestas populares cuyos motivos son muy diversos y donde se encuentran imbricados los elementos indígenas, españoles y africanos que le proporcionan características especiales y que han dado como resultado la formación de un patrimonio cultural amplio y variado, que es reseñado por este medio.
Explicar la función de los medios de comunicación
En condiciones ideales, se han establecido tres funciones básicas que pueden -y deben- desempeñar los medios de comunicación:
* Informar de aquellos acontecimientos que sean necesarios que todas las personas estén enteradas, y de esta manera se produzca la opinión y crítica.

* Formar. Los medios son un canal fundamental para la recepción de conocimientos y productos culturales como piezas literarias.

viernes, 20 de diciembre de 2013

Medios de Comunicación Masiva

Introducción
La comunicación juega un papel de suma importancia dentro del desarrollo de la sociedad en general, ya que la misma tiene que ver con la forma como los individuos interactúan.
Uno de los elementos más representativos de la evolución tecnológica humana está en los medios de comunicación, los mismos han logrado evolucionar con el pasar del tiempo. En todos lados se puede visualizar el avance en estos medios. Los medios de comunicación social se clasifican en: medios impresos, medios sonoros, medios visuales, medios audio-visuales.
Dichos medios de comunicación ejercen una poderosa influencia en la sociedad; estos son llamados medios de comunicación masiva y los más importantes son, sin duda, la prensa, la radio y la televisión.
Medios de Comunicación Masiva
Los medios de comunicación son una de las maneras más eficaces y rápidas de transmitir un mensaje, son un vehículo mediante el cual los diferentes poderes de la sociedad pueden ser escuchados.
El propósito principal de los medios de comunicación masiva (prensa, revistas, noticieros de radio y televisión, cine, páginas web) es, precisamente, comunicar, pero según su tipo de ideología pueden especializarse en; informar, educar, transmitir, entretener, formar, opinar, enseñar, etc.
Prensa:
La prensa o periódico es un medio editado normalmente con una periodicidad diaria o semanal, cuya función principal consiste en presentar noticias. El periódico además puede defender diferentes posturas públicas, proporcionar información, aconsejar a sus lectores y en ocasiones incluyen tiras cómicas, chistes y artículos literarios. En casi todos los casos y en diferente medida, sus ingresos económicos se basan en la publicidad. Es calificado como el medio de comunicación más influyente en materias de opinión.
La prensa escrita viene a representar un medio a través del cual se expresan ideas y planteamientos de determinados grupos sociales en un tiempo y espacio dado. En esa tarea de difusión de informaciones y discursos de diferentes características encontramos a un personaje fundamental: El periodista. Es él quien, al fin y al cabo, redacta y maneja las ideas y argumentos que se expresarán, posteriormente, en los medios de comunicación.
Los periódicos son también material para la investigación, dado que permiten almacenar la información indefinidamente y constituyen un material de consulta disponible en cualquier momento en las hemerotecas.
Ventajas de la Prensa:
- Bajo costo por millar de lectores alcanzados. Se estima un promedio de cuatro lectores por ejemplar.
- Permanencia física del mensaje impreso.
- Oportunidad de la comunicación: requiere poco tiempo para la preparación e inserción de los anuncios.
- Flexibilidad geográfica: alcance local, regional o nacional, según el público o mercado elegido.
- Permite la presentación detallada del anuncio, facilitando la inclusión de toda la información requerida.
Desventajas de la Prensa:
- En el caso de los periódicos de amplia cobertura geográfica, poca selectividad en relación a los consumidores muy específicos.
- Limitaciones técnicas: papel de baja calidad, mala reproducción, tintas, etc.
Radio:
La radio es una tecnología que posibilita la transmisión de señales mediante la modulación de ondas electromagnéticas. Este medio de comunicación es efectivo para el hombre; pues no necesita de imágenes para poder transmitir la información. Y por su alcance electromagnético le es mucho más fácil el poder llegar a lugares lejanos.
Es un aparato transmisor de ondas sonoras, únicamente se aprecian las palabras y la música que pueda incluirse en mensajes publicitarios. La señal de la radio se escucha hasta en los lugares de trabajo u oficina, ya que acompaña a todo tipo de personas. Su variada programación y su presencia universal en receptoras que van desde el poderoso equipo de sonido hasta la modesta radio a pilas, permiten que la radio sea el medio más cercano a las personas.
La importancia de la radio como medio de difusión, se concentra principalmente en la naturaleza de lo que ésta representa como medio en sí, ya que, posee, una calidad intima de tu a tu, que la mayoría de los otros medios no tienen.
Uno de los factores más importantes de la radio es que su costo de producción es menos elevado que el de los otros medios, estas características, a su vez, nos permiten utilizar diversos elementos creativos como voces, música y anunciadores en los comerciales.